Procrastinación: cuando sabes lo que tienes que hacer… pero no lo haces
- terefierropsicolog
- 25 ago
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 1 sept

Te sabes la teoría, tienes el post-it, el recordatorio en tu calendario y la intención y aun así, pasan los días… y sigues sin avanzar. Entonces llega la culpa, la voz interna que te dice que eres flojo y poco productivo. Esa vocecita que ya sabemos que genera un diálogo interno, que no solo no ayuda… sino que te hunde más.
¿Qué pensarías si te dijera que procrastinar no es flojera?¿Que lo que está detrás no es falta de voluntad… sino exceso de miedo?
Cuando el miedo se disfraza de "no tengo ganas" o de “al ratito” :
Procrastinar no siempre significa que no quieras hacerlo, a veces, procrastinas porque te importa demasiado.
Porque si lo haces y no sale bien, ¿qué va a decir eso de ti?Porque si lo intentas y fracasas, ¿será que no eres suficiente?Porque si lo logras… ¿qué pasará después?
Así que tu mente, para protegerte, te paraliza.Te pone a limpiar cajones, a ver reels, a contestar correos irrelevantes… cualquier cosa, menos eso que sabes que REALMENTE IMPORTA.
No es comodidad, es protección
Procrastinar es una estrategia de protección emocional.Tu cerebro identifica el reto como una amenaza: al error, al juicio, al rechazo…y reacciona como si estuvieras frente a un tigre: huye, congélate o evita.
Lo que pasa es que en este caso, el tigre es un correo pendiente, o una conversación incómoda, o un proyecto que te emociona tanto… que también te da miedo.
Entonces, ¿qué hacer?
Aquí no hay fórmulas mágicas, pero sí hay caminos. Te dejo algunos que me han funcionado a mí —incluso después de mi accidente, cuando levantarme y empezar de nuevo se volvió un acto de valentía diaria:
Baja la vara. No tienes que hacerlo todo hoy, solo empieza por lo más pequeño:una frase, un movimiento, un mail. Un primer paso.
Cambia el diálogo interno. de “¿por qué no puedo con esto?” a “¿qué me está asustando de esto?”
Activa tu cuerpo. Un ritual simple puede romper la espiral, por ejemplo:respira profundo, di en voz alta “no tiene que salir perfecto, solo voy a avanzar”, y muévete.
Celebra lo imperfecto. No esperes a terminar para sentir orgullo.Celebra el intento y el avance.
No tienes que sentirte listo para empezar
Los avances no se dan por la ausencia de miedo. Cuando avanzas es porque tu decidiste que ibas a tomar el volante, no el miedo. Aunque tiemble la voz, aunque el paso sea torpe, aunque no sea como antes, DA EL PASO.
Y si hoy no puedes con todo…haz solo lo que puedas. Eso también es avance y eso es suficiente.




Comentarios